jueves, 11 de diciembre de 2008

UNA CITA INOLVIDABLE

Era un noche como cualquiera. Sin novedad y sin latidos. No tristezas y no alegrías. ¿Existe la forma de cambiarla?, me pregunté.Unas horas pasaron. La luz de la pasión se encendió.
El corazón latió bruscamente. Era ella. Apareció con su aroma, dulzura, delicadeza y todas las características de la mejor creación de Dios.


Como todos los hombres del mundo (hablo de mujeres y varones) nos es difícil transmitir todo nuestros sentimientos. Más aquellos que nos hacen vulnerables. La noche ayuda y la belleza también. Me quedé motivado por lo que pasaba. Tan solo fué un sólo sorbo de licor para justificar todo lo embriagado que estaba.


Así la noche monótona se transformó en una inolvidable. No puedo y debo hablar que más ocurrió. Sólo la imagen final del aroma, la pérdida de razón por emoción total y la luz de amor representa esta cita inolvidable.


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